lunes, 16 de febrero de 2009

De vacaciones

Alguna vez leí (no recuerdo dónde), que empezar un blog es como tirar una botella con un mensaje al mar. Es tener paciencia para escribir siempre aunque los comentarios tarden en llegar. No sé por qué razón, yo tuve suerte. No tengo muchos comentaristas, pero los que tengo son buenos y fieles. Algunos de ellos son quienes me inspiraron a tener un blog. Como muchos, durante un montón de tiempo leía los blog en forma anónima, sin animarme a dejar un comentario. Después de un tiempo, algunos de ustedes, sin saberlo, me inspiraron y me dieron coraje para abrir el mío. Muchas gracias a todos ustedes. Ahora, estoy de vacaciones. Y quiero vacaciones en serio. Sin horarios, sin obligaciones. Quiero vacaciones para hacer lo que no puedo hacer el resto del año, como mirar dibujitos con Pequeña Lady. Así que nos vemos a la vuelta. Cuando regrese, prometo ponerme al día y leer y comentar en toda mi lista de favoritos. Y actualizar ésto.
Muchas gracias, nos leemos.

lunes, 9 de febrero de 2009

Auto- inodoro

Seguro todos conocen los Automac. Son esos lugares dónde, sin bajarte del auto, podés comprar una hamburguesa recocida, un paquete de papas fritas gomosas y una gaseosa aguada; para hacer lindo enchastre adentro del vehículo (merece un post aparte la sensación de cuando veo la hamburguesa, me siento como


Otra de las cosas que tienen esos lugares, es que existe la posibilidad de comprar una cajita con una hamburguesa aún más pequeña y más carbonizada, menos cantidad de papas y una gaseosa tamaño dosis medicinal, pero con un juguete. Esa cajita ejerce una impresionante atracción sobre los niños. Pequeña Lady ve una M dorada, en cualquier lado, y empieza a los gritos reclamando su cajita con su premio (por más que le diga lo que le pasó a Bart Simpson con el mosquito chino)

Situación: Hecha la compra en la primer ventanilla, necesitábamos ir al baño. Como el Automc está en una especie de complejo con estación de servicio y un local de hamburguesas para comer ahí, le pregunto a la empleada (por ese microfonito ridículo que ponen para que no haga falta bajar del auto):

GL: ¿Dónde hay un baño?
Empleada: Dentro del local, te vas a tener que bajar del auto.

¿La empleada pensó que le estaba pidiendo una pelela o una chata? ¿otros autos vienen con baño incorporado? ¿cambio el mío por un modelo full, que tal vez venga con baño? Grandes enigmas que no tenía ganas de resolver a esas horas de la noche.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Mentiroso mentiroso

Más de una vez he escuchado, de alguna amiga o conocida (que generalmente está en semi pareja, en condición de amante con un poco más de derechos) que “Miguel es un amor, no se puede divorciar porque la esposa está muy enferma y no le puede dar un disgusto.” O también el clásico “Con Juan estamos muy enganchados, pero no se puede separar por los chicos, está esperando que crezcan un poco.” Lo que nunca pude tolerar, es el verso “Pedro no se puede divorciar porque la mujer no le da el divorcio, viven juntos pero con la mujer no pasa nada.” ¡Mentira! ¡Avívense chicas!
En nuestro país no existe eso de las películas, de “no te doy el divorcio”. El divorcio no es algo que se da o no se da, sépanlo.
Lo que sí hay es dos formas de hacerlo: por presentación conjunta o de forma contradictoria. Por presentación conjunta, como su nombre lo indica, requiere el acuerdo de ambos cónyuges para transformarse en ex cónyuges (art. 215 del Código Civil). Se trata de un procedimiento generalmente rápido, una especie de trámite judicial. Sólo requiere que hayan pasado al menos tres años desde la celebración del matrimonio.
En cambio, si uno de los dos “no quiere”, se aplica el art. 214 inc. 1) que establece causales de divorcio (injurias graves, adulterio, etc.) y ahí sí hay que hacer un “juicio juicio” con testigos, pruebas y toda la cosa peliculezca. También se puede aplicar el art. 215 del Código Civil, que requiere la separación de hecho por un tiempo mayor de tres años, sin voluntad de volver a unirse (conc. art. 204 del Código Civil).
Es decir, si la esposa de Pedro no le quiere dar el divorcio, Pedro va a cualquier abogado, el que va a invocar en su caso los arts. 214 o 215 y ¡magia! Se divorcia (el tema de cuota alimentaria, tenencia, división de bienes, es otro cantar). Y adivinen qué chicas... si la esposa de Pedro no quiere, con cualquiera de los artículos que cité... ¡pumba! Se divorcia igual.
Así que chicas... la próxima vez que les digan que la mujer no le quiere dar el divorcio... a otro perro con ese hueso.